El agua puede correr bajo la tierra, no ser una fuente todavía
y allí está … el cariño igual.
Hasta que una vez le toca darse a luz y es manantial.
Pero ha de romper la roca, porque Dios encerró a oscuras, para tenerlos seguros,
los manantiales más puros bajo las rocas más duras.
Tú no sabes el dolor de la roca al contener el manantial,
que ha de ser quien le cubra de flores.
Y en toda roca se fragua la fuente que será un día.
Cuando de un risco a los pies
no salte el agua a tu encuentro, no niegues lo que no ves, confía,
el agua está dentro.
Y si alguno da en vivir, hosco, adusto en un rincón sin amor
y oyes decir que no tiene corazón, no des oído a la gente,
no creas tú que no siente.
Y piensa en el agua, pequeña y di :
¡Qué honda estará la fuente, cómo sufrirá la peña!
“CADA PERSONA TIENE UNA FUENTE ESCONDIDA ,
CADA UNO TIENE ALGO BUENO Y LE DA A LA VIDA UN BRILLO DISTINTO”.
